sábado, 15 de febrero de 2014

2014 02 14 - Zeluán, Alca orillada

   Hoy pude aprovechar la última hora de luz, gracias a que los días ya duran un poco más. Como no hay dicha completa, la tarde era poco luminosa, lluviosa, y el viento intenso.

   ¿Donde ir? Dado que ni fotógrafo ni equipo fotográfico somos water resistant, y las opciones a techo cerca de donde estaba eran escasas, se me ocurrió ir al observatorio de Zeluán.

   El aspecto era un poco triste, la presencia de aves era bastante escasa, máxime comparado con días de la semana pasada. La marea estaba alta, y en las pocas piedras que quedaban en seco (o medio en seco) se agolpaban los Cormoranes Grandes (Phalacrocorax carbo). Es muy llamativo en esta época el plumaje blanquecino en cabeza y muslos. Los más afortunados descansaban, eso sí soportando el viento, mientras los menos afortunados en el reparto soportaban además las constantes salpicaduras.



   Algunos de los que estaban "en primera fila" se "abrazaban", como para quitarse mutuamente el frío.




   Aparte de cormoranes, muy pocas gaviotas. En la zona más cercana sólo había una Gaviota Cabecinegra (Chroicocephalus melanocephalus) que presentaba un aspecto un poco desaliñado. Primero pensé que era debido a haberse manchado con combustible, pero ya en casa me percaté que presenta una herida sobre el ojo izquierdo, y las manchas deben ser de sangre.



   Junto a esta Gaviota, un Zarapito, creo que Zarapito Real (Numenius arquata). Sin la ayuda de la cámara pasaba bastante desapercibido entre la vegetación.


   La sorpresa desagradable de la tarde fue la observación de un Alca (Alca torda). Desagradable porque verla se debe a que estará extenuada, consecuencia probable de la sucesión de temporales que nos azotan.

   Prácticamente inmóvil, fue acercándola el viento poco a poco hasta la costa...



   ... hasta que ya llegó a la orilla...



   ... momento en que mostró una tímida reacción... quizás no estaba tan débil después de todo y puede ser que se salve ¿?...



   ... fue alejándose poco a poco hacia la izquierda, ya con propulsión propia :-) aunque a velocidad reducida, hacia San Balandrán. Unos minutos después seguí el camino hacia el aparcamiento, para tomar cerca de este el otro tramo de pasarela, por donde me asomé y pude verla posada en la orilla.



   Permanecía inmóvil en la orilla, a escasos metros del faro de señalización próximo al observatorio. De vez en cuando alguna ola le alcanzaba.

   ¿Qué hacer? Ya me veía (otra vez) llamando al 112... deben tener fichado mi número de móvil :-)

   En una de estas el pájaro mostró una tímida reacción, quizás para alejarse del agua, quizás un poco mosqueado por mi presencia.



   Bueno, parece que no está tan mal, quizás sólo quedé descansando un poco y sea capaz de volver al agua, aunque la cosa pinta mal cuando un Álcido toca tierra.

   Al final dejé al pobre bicho allí tranquilo, acababa de llegar, y mostraba signos de algo de vitalidad, espero haber hecho lo correcto dejándolo, aunque en estos casos nunca se sabe.



   De vuelta al observatorio, y con la marea ya bajando, una Garceta Común (Egretta garzetta) se acerca a la orilla.





   Minutos después, esa misma Garceta en una escena un poco extraña "pesca" junto a los Cormoranes algunos pececillos. ¿Fueron tirados de algún barco?



   ... la Garceta se posa en la orilla, momento en que aparece como un rayo una Gaviota, para tratar de unirse a la fiesta...



... y no de muy buenas maneras pedirle que le deje comer algo...


   ... finalmente la Garceta regurgita parte de la comida...



   ... y la Gaviota ya se queda satisfecha.



   Sin motivo aparente, los bichos comienzan a marchar...



   ... ¿pero a dónde irán a estas horas?...


... Pues va a cumplirse aquello de ¿Por qué me quieres Andrés?... Por el interés... ¿y por qué más?... Porque me das :-)


   Ante la entrada de los pesqueros, la fauna "pajaril" se congrega junto a estos, que algo siempre les puede caer.


   Aunque hay que darse prisa, no vaya a ser que el segundo barco pille a alguno despistado en el agua...



   Por el observatorio la cosa sigue tranquila, algunos Cormoranes se quedaron en la piedra, la Gaviota Cabecinegra y el Zarapito siguen en la zona de la orilla, junto a algunos limícolas. 


   Hora de marchar.


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